Que mis manos hablen por mi cabeza.

No he apuntado dedos a criticar a nadie, en el fondo fueron todas auto criticas que sirvieron de emblema o símbolo de una transición personal que de una forma lenta y definitiva voy haciendo desde hace un tiempo.

Sin embargo, siento que doy dos pasos hacia atrás antes de tomar un paso hacia adelante, pero el paso nuevo que voy tomando es en una dirección distinta, no planificada, algo que en definitiva no conocía, y cuya novedad es fresca e interesante. Le da color a la vida.

Hoy es un nuevo día y hay un panorama totalmente nuevo. Puedo planificar mi vida en miles de formas, puedo trabajar duro para un objetivo que anhelo con todo mi ser, puedo gritar a los cuatro vientos quien soy y hacérselo saber al mundo. Pero solo es necesario un agente externo, un elemento no previsto para tirar todo a sus cimientos y regresar hasta el mismo comienzo.

Ahora una cosa es distinta. El volver atrás ya no da miedo. Siempre estuvimos en el comienzo.

Ante todo pronostico el sol sale, la lluvia para. Mama tiende la mesa e invita a todos a comer. Los domingos ya no tienen su sinceridad. Mis amistades me buscan, me olvidan y me vuelven a buscar. Ella ya no puede llamarme mi amor y abrazarme, el tiempo se acaba para una era que muere para darle lugar a otra.