miércoles, 21 de abril de 2010

Tormenta Mental

Todos nos aferramos a una imagen fuerte, tratamos de imponer nuestro punto de vista y nuestro porte ante las personas que nos rodean. Cuando nos suceden adversidades no perdemos la calma y por lo normal terminan siendo cosas pequeñas que no nos afectan. Pero un día perfectamente normal, donde no haya ocurrido absolutamente nada malo, repentinamente uno puede sentir el peso de una tristeza incomprensible e inconsolable.

Todas estas personas que practican en su vida el control, el análisis absoluto, el querer quitarle la importancia a lo negativo, y querer encontrarle lo negativo a lo bueno, son personas que están destinadas a sufrir sin alguna razón aparente, sencillamente porque son una de las peores clases de personas que pueden existir: Los reprimidos.

En algún punto de nuestra evolución como humanos, a alguien se le ocurrió decir que mostrar sentimiento es una señal de debilidad. Y hoy en día son demasiadas cosas las que nos afectan. El camino fácil es decir que nada importa, y pretender que todo esta bien, pero la realidad es que por pequeño que sea algo que nos incomode, y tal vez en serio lo sea, es algo que queda dentro nuestro, y se va acumulando con muchas otras cosas que se dejan de lado.

Llega un punto donde lo no entendemos que es lo que nos pasa y lo único que realmente nos queda es llorar sin razón y pegar un grito al aire. Háganse un favor: rían y lloren cuando es necesario, el no hacerlo, cada vez, nos vuelve menos humanos.

1 comentario:

  1. Mostrar signos de sentimentalismo o de sensibilidad puede que sea para los demás indicio de debilidad, e incluso puede zarandear nuestra coraza protectora y hacer que mostremos inestabilidad, pero es una señal inequívoca de humanidad, algo que estamos perdiendo y que cada vez cuesta más encontrar.

    En este sentido, he leído varios de tus escritos y me encantan tanto que he linqueado tu blog al mío. Lo siento, lo hice sin permiso, pero me parece tan bueno que me gustaría que la gente que lee el mío se pare un momento en el tuyo. Merece la pena, de verdad.

    Mi blog es eminentemente musical, pero también tengo escritos de reflexión que me gustaría que leyeses cuando tengas un momento. Tú lo expresas con mejor retórica, yo soy un poco más directo y menos ordenado. Es complicado en la red encontrar blogs en que leer sea un auténtico placer, el tuyo es uno de esos pocos y contados. Un abrazo.

    Éste es mi blog: el rincón de la desconexión

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